En el sector del vacuno de carne europeo estamos firmemente comprometidos en reducir nuestras emisiones y avanzar hacia un modelo plenamente sostenible.
El futuro de nuestro planeta requiere soluciones reales y efectivas frente al cambio climático. Conscientes de este reto global, en el sector del vacuno de carne europeo estamos firmemente comprometidos en reducir nuestras emisiones y avanzar hacia un modelo plenamente sostenible.
Son muchas las actuaciones que venimos realizando en todos los Estados miembros de la UE. Desde proyectos de investigación en diferentes ámbitos, a herramientas para que los ganaderos y toda la cadena de valor pueda aplicar una mejora continua que garantice el Objetivo Carbono Neutral 2050.
Es el caso, por ejemplo, de los Códigos de Buenas Prácticas elaborados por parte de investigadores y científicos del INIA, la Red Remedia y el proyecto SCOoPE para la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España (Provacuno). Códigos que suponen una herramienta muy valiosa para promover la sostenibilidad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en toda la cadena de valor, puesto que describen un amplio listado de medidas que los productores podemos implantar en nuestras instalaciones para asegurar la disminución de las emisiones.
La importancia de la alimentación animal para lograr menos emisiones de metano
Una de las áreas clave que se tratan en los Códigos de Buenas Prácticas es la alimentación animal, área en la que se están logrando avances significativos gracias a la importante labor de investigación que se viene realizando desde diferentes y reconocidos centros de investigación. En este sentido, estamos promoviendo el uso de fuentes de alimentos locales que incluyan más subproductos agroalimentarios en la dieta. De este modo, al usar alimentos locales, contribuimos en la reducción de la huella de carbono, y al aprovechar subproductos, contribuimos con la economía circular y fomentamos la capacidad de reciclaje, reconvirtiendo materiales de alto impacto ambiental en subproductos de valor optimizando los recursos disponibles.
También hemos puesto especial énfasis en la gestión del suelo, promoviendo prácticas agrícolas regenerativas. Técnicas como el pastoreo rotacional permiten aprovechar al máximo los pastos, facilitando una mayor captura de carbono en el suelo. Este método, además de mantener la fertilidad del terreno y prevenir la erosión, mejora significativamente la biodiversidad, proporcionando un hábitat saludable para numerosas especies y contribuyendo al equilibrio ecológico.
Otra medida destacada es la mejora en la gestión del estiércol. Desde el sector estamos apostando por la implementación del agrocompostaje avanzado de estiércoles del vacuno de carne. De esta forma, se aprovecha plenamente el potencial nutritivo del estiércol contribuyendo con la mejora de la calidad y la fertilidad del suelo, se reduce simultáneamente las emisiones de gases contaminantes y se cierra, así, el ciclo de producción de manera eficiente y sostenible.
La selección genética también juega un papel fundamental en esta misión especial. A través de la genética avanzada, estamos criando animales más eficientes, capaces de convertir los alimentos en carne con una menor cantidad de recursos y generando menos emisiones en el proceso. Esta selección permite, además, aumentar la resistencia del ganado a enfermedades y mejorar su adaptación a las condiciones climáticas cambiantes, con lo que la resiliencia del sector.

Formación y sensibilización
Además de estas medidas técnicas, la formación y sensibilización de los ganaderos es otra de las claves del éxito. Desde Provacuno se están impulsando programas de capacitación y difusión continúan para que las últimas investigaciones y mejores prácticas lleguen directamente a quienes trabajan con el ganado en el día a día. Con ello logramos una implementación efectiva y generalizada de las innovaciones, además de fortalecer el compromiso colectivo hacia la sostenibilidad.
Todas ellas, acciones integradas que demuestran que la ganadería y la sostenibilidad pueden ir perfectamente de la mano. En el sector europeo del vacuno de carne no solo estamos reduciendo nuestras emisiones, sino que también estamos contribuyendo al bienestar económico y social de numerosas regiones rurales.
El compromiso es claro y los resultados empiezan a ser evidentes. Sin embargo, queda mucho trabajo por delante y es fundamental continuar impulsando estos esfuerzos para asegurar un futuro más verde y sostenible. ¡Juntos podemos hacer de esta misión especial una realidad para Europa y para el mundo!



