La salud de nuestros suelos es fundamental para garantizar un futuro sostenible. En el sector del vacuno europeo somos plenamente conscientes.
La salud de nuestros suelos es fundamental para garantizar un futuro sostenible. En el sector del vacuno europeo somos plenamente conscientes y, por ello, estamos implementando medidas específicas para prevenir la degradación del suelo, promover su restauración, mejorar su fertilidad y gestionar adecuadamente los nutrientes y la biota del suelo.
Un ejemplo son las recomendaciones que nuestros productores pueden encontrar en los Códigos de Buenas Prácticas de Provacuno, unos documentos elaborados por parte de investigadores y científicos del INIA, la Red Remedia y el proyecto SCOoPE para la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España (Provacuno).
En estos códigos se detalla que una de las principales estrategias para la conservación y mejora de los suelos es el pastoreo rotacional, una técnica que consiste en mover periódicamente el ganado entre diferentes parcelas y que permite que el suelo recupere su estructura natural y mejore con ello su capacidad para retener agua y nutrientes, a la vez que incrementa la biodiversidad del terreno y facilita la captura de carbono atmosférico.
Otra de las prácticas que se recomiendan para la gestión de suelos es la incorporación de cubiertas vegetales permanentes. Compuestas por una mezcla diversa de especies vegetales. Con esta práctica, se evita la erosión del suelo y se aumenta la cantidad de materia orgánica en el suelo, lo que permite crear unas condiciones ideales para el desarrollo de microorganismos beneficiosos, organismos que ayudan a mejorar la fertilidad natural del suelo y a mantener un equilibrio ecológico vital para la salud de los ecosistemas agrícolas.
Una gestión responsable del estiércol
Una de las medidas clave que contribuyen notablemente a una mejora de la fertilidad del suelo es la gestión responsable del estiércol. De esta manera, la práctica del compostaje y de técnicas avanzadas como la biodigestión, convierten el estiércol en un recurso valioso que proporciona nutrientes esenciales a los cultivos de forma natural y equilibrada. Con ello, minimizamos el uso de fertilizantes sintéticos y ayudamos a reducir el impacto ambiental.
Pero también existen otras iniciativas, como la agricultura regenerativa, que promueven la recuperación del suelo mediante una gestión que favorece su salud y vitalidad, al tiempo que potencia su sostenibilidad a largo plazo. Asimismo, la reducción del laboreo mecánico, combinada con técnicas agroforestales que incorporan árboles y arbustos en las explotaciones ganaderas, representa una estrategia eficaz que contribuye notablemente a mantener y mejorar la calidad del suelo en todo el territorio ganadero.
La puesta en práctica de todas estas acciones demuestran el compromiso real y efectivo del sector del vacuno europeo con la sostenibilidad ambiental. Protegiendo nuestros suelos no solo estamos preservando un recurso vital para las futuras generaciones, nuestros hijos y nietos, sino que también somos capaces de fortalecer la capacidad del sector agrícola para adaptarse y mitigar los efectos del temido cambio climático.
¡Súmate a la misión especial para conservar y restaurar nuestros suelos y asegurar un futuro sostenible!



